Ami Dang: música del planeta Tierra

Ami Dang: música del planeta Tierra

Me cuesta pensar en un término más insignificante que “world music”, o “música del mundo”, para describir un género. Queriendo implicar que todo género que no se crea en Estados Unidos o países europeos es un “otro”, que se puede agrupar como “el resto”. Que se intente clasificar dentro del mismo género a sonidos tan distintos como la música aborigen australiana con otros como tango argentino o el calipso afro-caribeño, se acerca a lo ridículo. Y sin embargo, creo que hay músicos haciendo experimentos tan interesantes a los cuales no podría describir de otra forma más que “música del mundo”. Combinaciones que solo podrían existir en nuestro planeta, donde un país y su cultura creó el sitar y la raga, mientras que otro el sintetizador y el pop. Quizás en un planeta lejano en otra galaxia inventaron el sintetizador, pero cuesta creer que también inventaron el sitar y que hayan sido expuestos al triphop y synthpop de los ochentas. Ami Dang hace música del planeta Tierra.

Ami Dang es una artista de origen estadounidense y del sur de Asia. Desde su niñez, su vida fue una fusión de las culturas de ambas regiones y hasta el dia de hoy esa fusión está presente en su música. Desde los doce años Ami estudió la música clásica del norte de la India en el sitar y canto, ha hablado de cómo sus padres eran fanáticos de la música de Bollywood, y cómo desde joven se vio expuesta a movimientos como el synthpop y el trip-hop. Ami logró tomar todas estas influencias y mezclarlas para formar su propio sonido al punto que puede ser difícil describir su música. Previamente ella la ha descrito como un rango “desde noise/ambient influenciado por ragas de la India, hasta dancepop experimental”.

Descubrí la música de Ami Dang a través de un video de Moog, la marca detrás de sintetizadores clásicos como el Minimoog Model D, el Taurus y el Mother-32. Ami Dang fue invitada a grabar un video donde programa una secuencia en dos sintetizadores Grandmother y un Drummer from Another Mother, y luego toca su sitar encima de la secuencia. La combinación me fascinó de inmediato. Algo de esa música me hacía pensar en estos escenarios de ciencia ficción como el mundo de la serie Firefly o la película Blade Runner. Un futuro donde el dominio económico de Estados Unidos y Asia se hace tan grande, que la cultura global se convierte en un producto de la estética y música de ambas regiones.

El sitar no suele ser asociado a la música electrónica. Sin embargo, como Ami menciona, puede que lo asociemos con música experimental después de que artistas como George Harrison de The Beatles lo usaron sobre temas más psicodélicos como ‘Within You Without You’, ‘Love You To’ o ‘The Inner Light’. Inclusive dentro de la escena musical electrónica proveniente de la India, la mayoría de artistas suelen usar instrumentación más conservadora y tradicional dentro del género. Charanjit Singh usó una Roland TR-808 y una Roland TB-303 para escribir su icónico álbum de 1982, ‘Ten Ragas to a Disco Beat’ que implementó varios de los sonidos que reconoceríamos como acid house en los siguientes años, aún antes de que el término acid house existiera. Y sin embargo, Ami ha logrado tomar ambos y fusionarlos de una forma que su música tiene varias características únicas desde que comenzamos a escuchar.

Muchas veces las corrientes musicales a las que nos vemos expuestos no son más que una sutil en la música que creamos, pero en el caso de Ami es casi imposible esconderlo. Su último disco, ‘Parted Plains’ está inspirado en historias folclóricas de la India tanto de manera conceptual como de una forma más directa a través de su estructura. Esta estructura se ve acompañada por sonidos digitales y sintéticos que se sentirían en casa en una nave espacial. Esta fusión sonora fue la base de uno de los discos más interesantes que escuché este año.

Recientemente tuve el placer de hablar con Ami sobre su último disco, sus inspiraciones y su proceso de composición. Las siguientes son algunas partes destacadas de nuestra conversación:

Pablo: Siento que tu música tiene un carácter muy particular, es una fusión de géneros a la que creo que uno no llega por casualidad. ¿Cómo llegaste a este sonido, y cuando influye en tu vida y arte la experimentación?
Ami: En general tengo un concepto muy positivo sobre la experimentación. Creo que hay un punto donde uno tiene que establecer límites, porque uno podría seguir tocando y experimentando todo el día sin llegar a un producto final. Uno tiene que saber decidir cuando llega a algo que te haga decir “bueno, esto es algo con lo que podría trabajar y desarrollar un proyecto.” Uno puede adoptar el proceso de experimentación como un formato, un modelo. Cuando comencé a trabajar en este disco yo tenía un tiempo completo, y me sentía apartada del proceso creativo. Decidí usar las tardes para tocar, sin ninguna presión. Trataba estas sesiones como estudios del sitar y de electrónica.

P: En un contexto de música experimental o ambiental, ¿qué te ayuda a definir cuando una canción está completa?
A: Darle espacio a las cosas es importante. Conozco personas que pueden comenzar y terminar canciones en un par de días, pero usualmente yo necesito varios días de por medio sin escuchar algo, antes de regresar con una perspectiva fresca. Cuando regresas a un proyecto que no te gusta puedes decidir descartarlo, o puedes hacer el esfuerzo de considerar qué partes no te gustan. Puede que sea el timbre, los efectos, un problema de mixing. Todo se puede analizar para encontrar qué partes te gustan y cuales no.

P: ¿Cuánto de este proceso de escuchar la música es personal, y cuanto compartes con otras personas mientras está en progreso?
A: Usualmente no comparto las canciones hasta que estén listas, especialmente para este disco. Mi disco anterior (Uni Sun) fue mucho más colaborativo, y puede que le muestre las canciones a mi pareja que también es músico o a la disquera pero además de eso son decisiones personales.
También me gusta tocar canciones en vivo antes de publicarlas. Más allá de los comentarios explícitos, hay algo sobre la energía que uno mide en un espacio cuando presenta música. A veces aceptaré una invitación a un show y lo uso como una deadline para forzarme a tener algo listo para esa fecha.

Ami Dang en el Art Book Fair en Nueva York.
Ami Dang en el Art Book Fair en Nueva York.


P:
¿Qué opinas sobre el uso de música, instrumentos y estéticas de culturas en música de personas que no pertenecen a esa cultura? La “apropiación cultural”.
A: No quisiera ser quien detiene a otras personas de explorar música o culturas de otros lugares, pero creo que hay que saber ser respetuoso al hacerlo. De cierta manera casi podrías decir que lo que yo hago es apropiación cultural. Soy de descendencia asiática, pero nací en Estados Unidos. He tomado samples de música de Bollywood y de la India. Creo que hay algo valioso en tomar samples o aprender instrumentos de otras culturas si uno lo reconoce, estudia el contexto histórico y social y lo presenta a una audiencia nueva. Inclusive puede usarse para traer atención a las luchas de las personas en esa cultura. Es una buena pregunta, son cosas de las que casi no se hablan, y creo que son el tipo de cosas que nosotros nos preguntamos como minorías.

P: ¿Cuáles son algunas cosas que haces para intentar involucrar mujeres o personas de otras minorías en la música y cual crees que es la importancia de hacerlo?
A: Cuando organizo eventos o estoy armando un lineup siempre hago un esfuerzo por incluir personas de diversos trasfondos. Es frustrante llegar a un evento y ver un lineup que solo consiste de hombres, me dice que no han hecho un esfuerzo. No puede ser tan difícil encontrar una sola artista mujer.
Creo que es importante porque las minorías traemos una voz distinta, una perspectiva distinta. La representación también es importante. Hice hace poco un show donde una mujer asiática-estadounidense se me acercó para decirme que fue increíble para ella verme tocando en un escenario, como una mujer de descendencia asiática y estadounidense. Luego ella hizo un post de Instagram al respecto, hablando de hashtag representación o algo [se ríe]. Yo nunca he querido ser el tipo de persona que se la pasa subiendo selfies o siendo muy activa en redes sociales, inclusive creo que el tipo de música que yo hago no lo demanda. Es música experimental, no estoy intentando ser una estrella pop [se ríe]. Pero luego pienso en esa interacción y todo hace sentido. Claro, es importante. Las fotos, los videos, son importantes. Poder ver a una mujer de piel oscura haciendo música. Es importante mostrar eso, y entender que mucha más gente me puede ver en redes sociales que las que vendrán a mis shows.

P: ¿Cuales fueron tus primeras incursiones con la síntesis?
A: De chica tomé muchas clases de baile, desde ballet hasta jazz y música contemporánea. A través del baile llegué a la EDM y música más electrónica más allá de eso, música que no encontraba en la radio en ese entonces. Mucho trip-hop como Massive Attack, lo cual es gracioso porque ahora son enormes. Lamb, Hooverphonic fueron las primeras que me hicieron interesarme en la música electrónica. A medida que me interesaba más en esto tuve el privilegio de poder llevar un curso llamado Tecnología Musical y decidí estudiar composición en la universidad. Estando ahí pude experimentar con sintes modulares de Moog y Buchla, entre otros. Ese programa fue un punto clave para mi.

P: ¿Usas mucho el mismo equipo o te gusta rotar instrumentos o tecnologías entre discos o proyectos?
A: Definitivamente cambia mucho, la única parte constante ha sido el sitar. La única otra constante podría ser mi voz, pero ¡el último disco ni siquiera tiene vocales! Todo ha cambiado, inclusive mi DAW. Usé Pro Tools para mis primeros dos discos como solista, pero he estado usando Ableton Live desde hace unos años.
Para este último disco me gustaba escoger ciertos timbres y plugins y quedarme con eso como punto de referencia con qué trabajar. En los discos anteriores sentía que quería ritmos y samples y sonidos muy distintos en cada canción, y ahora siento que estaba intentando inventar el agua tibia. Ahora en día prefiero trabajar con una cantidad limitada de herramientas y tomar el tiempo de aprender a usarlas.

P: ¿Cuáles son algunos de los plugins de Ableton que usaste y cómo los implementas?
A: La verdad creo que solo usé plugins nativos. Compré un plugin llamado Absynth que usé en el disco, pero además de eso solo plugins nativos de Ableton.
Algo que me gusta hacer con estas librerías incluidas en Ableton es usar sonidos en formas no-tradicionales. Muchos bajos en las canciones, como en ‘Souterrain’ y ‘Raiments’ son samples de una trompeta que bajé varias octavas. Me gusta experimentar con sonidos tradicionales, ponerlos en registros donde usualmente no estarían, jugar con filtros y efectos y ver qué conseguía. Todo eso solo porque hubo algo del sonido inicial que me llamó la atención. Otra cosa que hago mucho es tomar grabaciones del sitar y crear sonidos de sintetizador a base de eso.

P: Ultima pregunta, la más importante de todas. ¿Sabor de helado favorito?
A: ¡Me encanta el helado! Caramelo salado, mantequilla y pecana o chocolate.

Entrevista entre Ami Dang y Pablo Hernandez

Las gracias a Ami Dang por el tiempo para hablar de música y helado. Su último disco, Parted Plains, se encuentra en todos los sitios de streaming. Sus discos como solista y sus otros proyectos se pueden encontrar en su bandcamp y fechas a sus próximos conciertos en su sitio oficial.

Escrito por Pablo Hernández, ingeniero en sistemas, músico multi instrumentista y estudiante del curso de Producción Musical con Ableton Live de DJLab y Brooklyn Digital Conservatory.

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